Entré a Rotaract a mis 20 años, siendo estudiante de Ingeniería de Software en la Universidad Tecnológica de Panamá. Hasta el son de hoy, me siento identificado con los objetivos y valores del club y, de manera sincera, me alegra ser partícipe del enorme impacto que generamos en Panamá.
El desarrollo personal y las experiencias enriquecedoras que nos brinda el club son invaluables.